Las pinturas ecólogicas se definen como compuestos cuya formulación se
basa en materias primas de origen vegetal y mineral. La sinergia de estos
componentes naturales confiere a la pintura una baja huella tóxica,
minimizando su impacto ambiental.
A diferencia de las pinturas tradicionales, las ecológicas destacan por su
perfil “eco-friendlly”, al no contener sustancias perjudiciales. Este aspecto
es crucial en el contexto del Pacto Verde Europeo, que aspira a una
neutralidad climática para el año 2050. Dicho pacto representa un conjunto
de iniciativas políticas enfocadas en propiciar una transición ecológica en la
Unión Europea.
Manuel López, experto en Sostenibilidad de la Asociación Española de
Fabricantes de Pinturas y Tintas de imprimir (Asfapi), señala que, “una
pintura puede considerarse ecológica si posee la Ecolabel u otra certificación
equivalente que acredite su respeto por el medio ambiente”. Además,
menciona que está en proceso una directiva europea que establecerá los
criterios para definir una pintura como ecológica: La Directiva sobre
Alegaciones Medioambientales..
Para obtener la mencionada etiqueta ecológica, una pintura debe cumplir
con los siguientes criterios técnicos:
a. Poder cubriente: debe alcanzar la clase 1 o 2 conforme a la norma
EN 133000.
b. Lavabilidad: Clasificada en la clase 1 o 2 según la norma ISO 11998.
c. Ausencia de sustancias peligrosas: no debe contener etiquetas de
peligrosidad ni sustancias de alta preocupación.
d. Contenido de COVs: para pinturas mates, el límite es de 10g/L de
COVs en el producto listo para su uso.
La sostenibilidad no es un concepto reciente; numerosos fabricantes han
introducido productos con valores añadidos en pro del medio ambiente. Las
ventajas de estas pinturas más ecológicas incluyen: